The Salave gold. (I) A short history
Pocos proyectos mineros han resultado tan controvertidos en su desarrollo como el de Salave (Tapia de Casariego, Asturias). Al enorme y doble interés histórico y geológico de este yacimiento, que es probablemente el mayor indicio de oro de la península, se solapa una serie de intereses creados que ha contribuido a crear esta confusión generalizada y que la población local no se merece.
En la mayoría de los casos, la polémica sobre la posible mina de Salave se ha dirimido esgrimiendo y cruzando argumentos basados en el desconocimiento de la realidad que esconde este lugar, tanto en los aspectos técnicos como legales.
Pero no es mi intención opinar sobre la viabilidad de la mina, su conveniencia o cualquier otro aspecto que contribuya a ese ruido tan mediático y que realmente afecta a muchas personas de cerca. Tan solo pretendo explicar algunos aspectos curiosos y desconocidos de un Salave que se antoja misterioso, esquivo e incluso a veces amenazante…
The Salave Gold Project (Asturias, NW Spain) was a particularly controversial and polemical issue in the last forty years. Many companies were conducting prospections in the area with different purposes and no final success to open a mine.
The place is an old roman mine with a big open sky pit where many interesting archaeological structures are still present.
The mineral deposit is very complicated and actually fascinating from the geological point of view with a large set of hydrothermal alterations overprinting a variscan post-orogenic granodiorite.
En dos ocasiones diferentes tuve la oportunidad y el privilegio de trabajar en este proyecto tan singular, primero con la empresa americana Newmont Gold Company y después con la canadiense San Diego Gold Minery. Y tuve la suerte de acceder al archivo histórico que el desaparecido John Kienel tenía en la que entonces era la empresa propietaria del concesión, Exploraciones mineras del Cantábrico. Me consta que la mayor parte de este archivo, tanto documental como de testigos acumulados durante décadas, se destruyó y se perdió ya hace bastante tiempo.
En esta primera entrada del blog haré un resumen de la historia de este interesante proyecto, para explicar en las siguientes, la complejidad de su geología y algunos misterios del oro que contiene.
Los laboreos de la época romana son los más antiguos de los que tenemos referencia en la zona aunque resulta muy probable que existiesen trabajos previos de la población local, siempre de menor entidad y que podrían haber sido el indicio fundamental para los romanos.
Cubicando las zonas excavadas, es posible estimar que se extrajeron unos 4 millones de toneladas de material, con una recuperación de al menos 7000 Kg de oro según valoración hecha por Parry (1991) aunque, personalmente, considero que fue bastante superior por los estudios que pudimos hacer posteriormente a esta fecha.
Parece evidente que los romanos explotaron las zonas alteradas supergénicamente hasta agotarlas porque, en estos niveles, los sulfuros se encuentran oxidados y la extracción del metal es más sencilla. Una vez alcanzado el nivel freático, definido por los lagos, el carácter refractario de la mena y las dificultades para drenar la excavación seguramente les forzaron a abandonar la mina.
La excavación original de la época romana es una cubeta de forma alargada con orientación NW-SE con un eje mayor de unos 600 metros y una anchura variable entre 200 metros y menos de 100 en algunas partes. Su profundidad es también variable, con zonas sin excavar a modo de grandes islotes. La zona más profunda es su extremo SE donde se encuentran los legendarios lagos de Silva y donde hay un desnivel de hasta 40 metros con respecto a la rasa.
Después del abandono de la mina en la época romana, no existen referencias conocidas de laboreos hasta principios del siglo XX, cuando una empresa inglesa realizó varias calicatas en la parte SW de la antigua excavación.
Con posterioridad, en los años cuarenta, alguna empresa alemana realizó prospecciones en busca de molibdeno, otro de los minerales interesantes en Salave. De hecho, es posible encontrar buenos ejemplares de molibdenita en la zona central de la excavación y en los testigos. Según un informe anónimo encontrado en el archivo de la mina de Salave, el gobierno requiso la mina en esa época, pagando la suma de 25.000 Ptas., cuando sus propietarios, la familia Valdés, se disponía a vender la concesión a los alemanes.
En el año 1948 la propia familia Valdés realizó varios sondeos (calicatas) en diversas zonas de la excavación romana.
Ya en el año 1950, Noel Llopis Lladó, histórico geólogo catalán profesor de la Universidad de Oviedo, elaboró un estudio geológico de este yacimiento para la empresa Electroquímica y Electrometalúrgica del Nora, centrado casi exclusivamente en la molibdenita. En este trabajo se recogen los primeros datos mineralógicos y geológicos interesantes del yacimiento, incluso con una valoración de las reservas.
Fue a mediados de los 60 cuando aparece en escena el histórico John Kienel, que seria el propietario de la mina durante mucho tiempo, para hacer un estudio y cartografiar la zona para la empresa Mount Wright Iron Mines, aunque el abandono de la actividad en España incluiría también el proyecto de Salave.
A principios de 1965, Schassberger, representando a la compañía Climax Molibdenum Company, recogió muestras para hacer valoraciones de reservas aunque el proyecto se cancela en poco tiempo.

Mapa geológico del entorno (zona de Porcía) en las primeras exploraciones realizadas en el proyecto / Geological map of the surronding areas.
También en ese año, la empresa Newmont Mining Corporation, la misma que 30 años después volverá a Salave, envía a la zona a J. Claveau, quien hizo un informe desfavorable que propició, una vez más, el abandono de las prospecciones.
Con posterioridad a estas fechas, la familia Valdés vendió la propiedad de Salave a la empresa Exploraciones Mineras del Cantábrico con la que se abre lo que podríamos llamar la etapa reciente de la mina de Salave en la que se sucederán una serie de empresas que realizarán estudios de prospección cada vez más rigurosos y detallados y de manera casi ininterrumpida hasta nuestros días.

Primeras pruebas metalúrgicas sobre muestras de Salave realizadas en Nevada (USA) en los años 80 / First colum testworks of Salave samples in nevada (USA).
Por citar las más importantes, desde los años sesenta hasta fechas recientes:
Exminesa (Cominco), Imebesa (Northgate), Río Tinto Patiño, GFSA (Gold fields), CESA Charter exploraciones (Anglo-American), Oromet, Newmont Gold Company (Newmont Minig Corporation), San Diego Gold Company (Lindex Exploration) o Río Narcea Gold Mines…
Los estudios realizados por estas compañías fueron bastante variados, incluyendo las primeras técnicas de geofísica (Exminesa) o los primeros sondeos con recuperación de testigo que se hicieron en Salave (Imebesa), geoquímicas de suelos, etc. En estos años, muestras de Salave vuelan a lugares tan alejados y dispares como Sudáfrica, Inglaterra o Estados Unidos para ser analizadas y valorar su potencial económico.

Primeras pruebas metalúrgicas sobre muestras de Salave realizadas en Nevada (USA) en los años 80 / First colum testworks of Salave samples in nevada (USA).
Entre las curiosidades que alberga esta densa historia del yacimiento, cabe destacar la famosa teoría del “hongo” lanzada por primera vez por Río Tinto y desarrollada por Harris (1979) quien describiría ciertas alteraciones de la granodiorita como “Hongo-rock”. La repercusión internacional que tuvo este tipo de modelo de alteración fueron muy importantes de manera que, en esa época, y especialmente dentro del mundo anglosajón, se buscaban similitudes o alteraciones tipo “Hongo-rock”.
Los estudios posteriores desmintieron este modelo y cayó en el olvido, tanto en Salave como en el resto de yacimientos similares.
Charter fue una de las empresas que más y mejor trabajo el yacimiento con la mayor campaña de sondeos (56 y 10000 metros), mientras que Imebesa perforó los primeros sondeos hechos en Salave, (34 con 7000 metros), todos curiosamente inclinados entre 35 y 75º, debido a que su hipótesis de partida consistía en la existencia de cuerpos mineralizados verticales.
Todos sabemos que algunas empresas se acercaron a Salave con fines meramente especulativos, pero otras muchas lo hicieron con proyectos serios de explotación. El tipo de mineralización, con el oro asociado a la arsenopirita, orientó siempre el proceso metalúrgico a una tostación-cianuración con los consabidos problemas medioambientales.

Bocetos de los planes de sondeo y de una pequeña planta piloto para estudiar la recuperación de oro / Drilling plan in the SW part of the Roman Pit and location of a pilot plant.
Newmont fue la primera empresa que pretendía aplicar un método de bio-oxidacion, de moda en esos años, pero la abundancia de carbonatos en el material obligó a desestimar el proyecto.
Sin duda la complejidad de este yacimiento en todas sus vertientes, geológica, metalúrgica, medioambiental, su cercanía a poblaciones importantes, al mar, su valor histórico y arqueológico, etc., suponen unas barreras importantes para que su explotación sea viable.
De todas maneras, la insistencia de algunas empresas por proponer soluciones controvertidas y su desprestigio, lógicamente desatado por la incongruencia y el afán especulador de algunas de ellas, han impedido que avanzasen otras propuestas más lógicas y viables de explotación, que podrían haber sido compatibles con la actividad turística y agropecuaria, así como aceptablemente respetuosas con el entorno.
HELLO.. Muy buena entrada en el blog…Interesante,como todas las que planteas.. Está bien saber un poco de la «historia» de este yacimiento desde los orígenes. .Espero con ansia la 2ª parte…y una tercera tambien ..que el tema seguro que da para mucho… Saludosss..Chaaooo
Queria preguntarte si se puede compartir,
Hola, por supuesto, es público.